12/31/2015

RESEÑA DE EL DESPERTAR DE LA FUERZA [Por esto amo Star Wars]

El despertar de la Fuerza trajo de nuevo la magia de Star Wars combinando la espectacularidad de las precuelas y la emotividad de las originales. Personajes nuevos bien construidos, que no tienen por qué ser complejos ni nada por el estilo, logran que te identifiques y te lleven de la mano por esos mundos acompañados de personajes icónicos que harán piantar un lagrimón a los nostálgicos. ¡Alerta de spoilers!
La idea de esta reseña no es ahondar en comparaciones más que lo justo y necesario pero el VII viene a poner de manifiesto algo que Lucas olvidó durante dos episodios. Y es que Star Wars nació como una película de aventuras. No hay problema en que se haga una critica a la política y sus tramoyas; pero cuando esta se mete en cada aspecto de la historia estamos en problemas. Sin contar que si no eras un seguidor de la saga, asistías más a un desfile de acontecimientos y personajes bizarros.

Eso cambió en esta nueva entrega. Apenas empieza nos metemos de lleno en la acción pero a su vez conocemos al villano principal, a uno de sus protagonistas y la existencia de dos facciones enfrentadas. Con estos ingredientes, el espectador casual tiene algo con lo que agarrarse y disfrutar la película tanto como el fan. Vemos con los ojos de sus protagonistas y descubriendo cosas con ellos. Junto a Finn nos enteraremos que la Primera Orden rapta a niños para formar sus fuerzas de choque y que él no es más que un número. Pero cierto día decide ayudar a un prisionero y gracias a eso conocerá a Rey, una mujer que se gana la vida como chatarrera en el remoto planeta de Jakku. El hecho de verla trabajar y de verla preparar la comida es algo que se había perdido. Con tomarse el tiempo para mostrar eso conocemos más de ella en cinco minutos que de Darth Maul en una película entera.
Se acabó eso de personajes femeninos en apuros para acentuar el heroísmo del protagonista. Rey sabe pelear, sabe pilotear y sabe de mecánica. El único momento en que es capturada es por fuerza mayor, lo cual no tardará en revertirse. Son muy divertidas las escenas en que debe salvar a Finn ya que éste recién está dando sus primeros pasos en la galaxia; es la primera vez que no está acompañado de tropas que le preparen la armadura y las armas. Pero no por esto deja de tener actos heroicos y de gran valentía. La química entre ellos es de lo mejor logrado y por momentos me hacían recordar a las escenas de humor entre Han y Leia en la trilogía original.

Si sos un seguidor de la saga te vas a dar cuenta que la película está llena de guiños a sus antecesoras tanto en diálogos como en imágenes; desde el tengo un mal presentimiento hasta las puestas del sol en un planeta muy, muy lejano. La construcción de Rey, por ejemplo, también recuerda a la de aquel Luke con sueños de gloria en las granjas de Tatooine.
Aunque el tema de los guiños me molestó en algunas partes. Tras el quiebre emocional que supuso la muerte de Han, estaba expectante en la pelea de sables luz final. Los personajes me generaban empatía y quería que le dieran a Kylo Ren su merecido. Pero entre medio ponían la batalla aérea de los X-Wings que muy poco habíamos visto. A Poe no lo conocía tan bien como a Rey y la verdad era que no me importaba su suerte. Mucho menos la base Starkiller. ¿Qué era eso? ¿Una nave o un planeta gigante? La idea de una superarma similar a la Estrella de la Muerte me gustó pero no me convenció.

Kylo Ren tiene potencial. Puede que su trama esté llevada un poco por los pelos pero hay que pensarlo como un personaje a desarrollar durante los siguientes dos episodios. En esta oportunidad era un aprendiz confundido que tras haber superado la prueba de fuego -desprenderse de su pasado- y ser derrotado por los héroes, los guionistas van a tener material con el que laburar. Además me gustó el tema de que por sus venas corra sangre Skywalker. Hay que recordar que Vader no fue lo que fue hasta el Episodio V Si será mejor, peor o igual que éste, sólo el tiempo lo dirá.
El balance entre lo nuevo y lo viejo no desentonó en el sentido de que ninguna de las partes opacaba a la otra. Es este el poema que rima que insistía Lucas cuando trabajaba en las precuelas. Disfruté con Han, Chewbacca y Leia de nuevo y me dejaron maquinando con lo que podrá llegar a ocurrir con Luke. Otro de los aciertos fue dónde se desarrollo la pelea de sables. ¿Por qué siempre debía ser en un hangar o en plataformas amenazantes? El bosque en donde aconteció me pareció un buen lugar, pues lo que importa es qué está en juego. Después quedan pequeñas cosas, había leído que a algunos les molestó el poco protagonista de Phasma. A mí, en lo personal, no me molestaría que no volviera a aparecer. No recuerdo haber escuchado que tendría un papel más determinante, creo que la armadura cromada y la actriz que la interpretaba (Gwendoline Christie) hicieron confundir las cosas.    
Pero son pequeñas cosas. Lo importante es que Star Wars despertó. Y, en lo particular, espero que siga por este camino y de la mano de J.J. Abrams. Hay muchísimos personajes y más historias que desarrollar en spin offs que podremos disfrutar hasta el Episodio VIII.

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