9/05/2016

RESEÑA DE THE NIGHTMARE BEFORE CHRISTMAS (1993)

No sé por qué no se me ocurrió hacer una reseña de esta película mucho antes. Basada en una historia y personajes de Tim Burton, el director Henry Selick (Coraline) nos trajo una fábula inspirada en fiestas tradicionales pero haciendo hincapié en el Halloween. Los personajes que pueblan ese universo están sacados de la cultura popular por lo que veremos desfilar calaveras, vampiros, demonios, brujas, payasos malvados y frankensteins. El Hombre de la Bolsa (The Bogeyman) tendrá un lugar privilegiado como el antagonista principal.
En líneas generales, el guión trata acerca de Jack Skellington, el rey de Halloween Town. A pesar de que la fiesta de Noche de Brujas sea un éxito rotundo cada año, Jack se siente vacío y sale a buscar respuestas mientras pasea. Absorto en sus cavilaciones, llega a un bosque donde ciertos árboles hacen de enlaces a otros reinos. Así es que entra en el de la Navidad. Fascinado por esa celebración, Jack se convence de que esa era la respuesta que andaba buscando y decide llevar la navidad a su ciudad y al mundo... 

Es una película redonda y cuya duración es perfecta; un minuto menos hubiese sido muy corta y un minuto más, demasiado larga. Tampoco pretende ser otra cosa que la que ves. A pesar de su ambientación gótica, The nightmare before christmas es colorida y cuenta con personajes rebosantes de carisma y que nos sacaran una sonrisa. 
Si bien la cinta no procura encajar en el género del horror, no significa que no busque ser creepy de a ratos. Alejandro Dolina dijo una vez que el humor no es más que poner una cosa donde no va. Lo mismo podría aplicarse en este largometraje pero referido al horror. Ese "cambio de roles", se da cuando finalmente Jack se sube al trineo y está a punto de lograr su objetivo. Ver a un esqueleto haciendo de Papá Noel es aterrardor o, cuanto menos, resulta chocante porque no cuaja en el concepto colectivo de navidad; de un anciano rechoncho y gauchito que reparte regalos. O, si vamos a las raíces, del culto de los cristianos al nacimiento de Jesús

La película juega con eso, por ejemplo, cuando Papá Noel está cautivo en el recinto de Oogie Boogie y presencia lo habitual en una tierra ajena a él. Esa escena es genial porque sirve para poner en discusión el concepto de normal. La cotidianidad en Halloween Town es atroz para el espectador. Costumbres que nos resultan repulsivas o piropos que son insultos, forman parte del pan de cada día de sus habitantes. Ese es un mensaje que pase por alto la primera vez que vi esta película, ocho años atrás. 

Lo mismo ocurre en los momentos cómicos. Ver al rey del Halloween acariciar a un perro o aquejado por un vacío espiritual, va en contra del imaginario que tenemos de ese concepto. Situaciones así abundan en The nightmare before christmas y la hacen una delicia de principio a fin acompañada de un soundtrack a cargo de Danny Elfman

La animación y el musical quizá no sea lo tuyo, pero es una obra que merece aunque sea un visionado. Y créeme, no te va a decepcionar. 

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