EN BUSCA DEL MEJOR DISCO DE MICHAEL JACKSON

Off The Wall es un álbum el cual hace gala de la versatilidad con la que Jackson encaraba cada género y ritmo. Es así que desde Don't stop 'til you get enough hasta Burn this disco out podemos apreciar la soltura con que MJ pasaba de un tema bailable a una balada. En pocas palabras, Off The Wall (1979) sentaba las bases de lo que vendría y del talento indiscutible de su intérprete.

Pero si queremos buscar su mejor trabajo, debemos hacerlo en Thriller (1982), Bad (1987) y Dangerous (1991). Invincible (2001) queda fuera del podio; para mí, el peor trabajo de Michael Jackson que vio la luz. Quizá por el contexto de la grabación o quizá porque la sombra de sus antecesores era muy grande. Quiero aclarar que cuando digo 'peor' me refiero a los estándares de Jackson, a los que nos tenía familiarizado. Cualquier artista pop del montón, grabar un CD como ese le valdría el reconocimiento mundial.

Thriller habla por sí solo. Es también el disco más vendido del mundo. ¿Eso lo hace especial? Para nada, es un dato de color con los que podemos chapear los fanáticos de Michael. Fue el primer disco de MJ que escuché. Recuerdo haber sentido temor y algo de vergüenza antes de ponerlo. Pero superados estos prejuicios, me dejé llevar y me fui metiendo en el universo musical que proponía: Billie Jean, Beat it -Van Halen en la viola-, Thriller -por supuesto-, The girl is mine -a dúo con McCartney- y Human nature. Es un hito en la historia del pop y el disco por el cual recomiendo empezar.

El único problema con Thriller es su duración: apenas de 42 minutos. Cuando termina The lady in my life, la sensación final es que querés seguir escuchando. Lo cual nos deja dos opciones: repetir o pasar a Bad.

Si hacés lo segundo, te va a decepcionar que es apenas seis minutos más largo que el anterior, cosa que nos sigue dejando con las ganas. Dejando de lado esa cuestión menor, Bad es portador de la pista homónima y de la icónica Smooth Criminal -cuya melodía no es difícil sino imposible quitarse de la cabeza-. Tiene un sonido más power del que nos había acostumbrado -Dirty Diana y The way you make me feel, por ejemplo- pero continúa recordando a sus orígenes dance con obras como Speed demon y Just good friends. Mi track favorito es Man in the mirror, donde Jackson demuestra lo buen vocalista que era. Falcetes, hipos, tonos graves es lo que te vas a encontrar además de un mensaje inspirador.

Y así llegamos a Dangerous, el cual es por lejos mi favorito. Este álbum resuelve el 'problema' de los anteriores. A excepción de dos o tres canciones, la duración mínima de cada pista supera los cinco minutos llegando a los 77'. Con un tinte épico, Dangerous exhibe montones de instrumentos y recursos. Por momentos me da la impresión de que su productor tranquilamente podría haber sido Phil Spector. Dangerous cuanta también con la mejor portada de su discografía.

Si bien explora el lado más rockero del artista -incluso Slash tiene una participación-, no significa que no haya diversidad de géneros. Hip-hop, rap, disco, funk, soul, todos metidos en una licuadora. El resultado: Dangerous, ni más ni menos. Eso sí, se aleja un poco del dance que caracterizaba a sus otros CD's. No hay una Wanna be startin' something, digamos, pero las ganas de bailar vienen por otro lado. Con ritmos que rozan lo frenético pero con pausas donde las tiene que haber. Ni hablar que cuenta con uno de los mejores videoclips de la historia: Black or white.

No descubro nada si digo que Michael Jackson era un adelantado a su época. Es posible que muchos de sus trabajos subestimados, cobren la notoriedad que merecen de acá a algunos años. Puede que hablar de 'mejor' sea pretencioso tendiendo en frente al Rey del Pop, quien se superaba en cada proyecto que se metía. Y si vamos al caso, ¿qué es mejor y qué es peor? Cada disco nos gusta por razones diferentes y lo 'mejor' siempre es disfrutar de cada obra. Lo que sí estoy seguro es que la muerte nos privó de un genio, el cual se encaminaba a la perfección. Quiero terminar esta entrada dejándoles esta joya.

¡Será hasta la próxima!